La EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y el enfisema son dos de las afecciones pulmonares más comunes del mundo. Sin embargo, algunas estimaciones sugieren que hasta el 70% de las personas que lo padecen son casos no diagnosticados. En cualquier caso, las enfermedades pulmonares crónicas están muy extendidas y merece la pena conocerlas mejor. En aras de esa comprensión, hoy nos centraremos en responder a algunas de las preguntas más frecuentes de los pacientes sobre el enfisema y la EPOC.
La diferencia entre EPOC y enfisema:
Una de las preguntas más comunes que se hace la gente sobre las enfermedades pulmonares crónicas es la diferencia entre EPOC y enfisema. La respuesta no es tan sencilla como decir que se trata de dos afecciones totalmente diferentes. El enfisema es una enfermedad pulmonar progresiva causada por el inflado excesivo de los alvéolos (pequeños sacos de aire en los pulmones responsables de la captación de oxígeno). A diferencia del enfisema, la EPOC es un término general que describe un grupo de enfermedades pulmonares. Una de las afecciones pulmonares incluidas en el paraguas de la EPOC es el enfisema. El otro tipo más común de EPOC es la bronquitis crónica. Para la mayoría de las personas, la siguiente pregunta es, naturalmente, "entonces, ¿cuál es la diferencia entre el enfisema y la bronquitis crónica?". Como ambos son tipos de EPOC, tienen mucho en común en cuanto a los síntomas y el tratamiento. La principal diferencia es que la bronquitis crónica implica la destrucción de los cilios (pequeños pelos de las vías respiratorias de los pulmones) en lugar de los alvéolos.
Tórax en tonel y otros síntomas del enfisema:
El enfisema presenta una amplia gama de síntomas y signos, pero uno de los más reconocibles es el tórax en tonel. Aunque normalmente sólo se desarrolla a medida que avanza la enfermedad, es uno de los síntomas más conocidos y visibles. Se refiere a la forma de barril que adquiere la caja torácica debido a la sobreinflación crónica de los pulmones. A medida que se desarrolla el tórax en tonel, cuesta mas respirar y esto provoca falta de aire. Por este motivo, suele ser uno de los síntomas más preocupantes y notables del enfisema o la EPOC.
A pesar de que el tórax en forma de barril es el síntoma más notable del enfisema y su progresión, existen muchos otros síntomas. Si corre el riesgo de desarrollar un enfisema, es especialmente importante que esté atento a los síntomas que aparecen antes, ya que muchos casos de enfisema no se diagnostican hasta que se ha destruido al menos el cincuenta por ciento del tejido pulmonar. Algunos de los síntomas más comunes a los que hay que prestar atención son la falta de aire, la sensación de no poder respirar lo suficiente, las sibilancias, la tos que no desaparece y la fatiga continua. Si experimenta alguno de estos síntomas y tiene más de cincuenta años o es fumador, debería hablar con su médico. Sin embargo, es posible desarrollar un enfisema a una edad más temprana si se es un fumador empedernido o se está expuesto con frecuencia a sustancias irritantes en el aire. Por este motivo, es mejor informar a su médico de cualquier síntoma, independientemente de la edad, por si acaso.
Los diferentes tipos de enfisema:
Existen cuatro formas principales de enfisema. Cada uno de ellos es muy similar, sin embargo, todas afectan a diferentes zonas dentro de los pulmones.
- Centriacinar: Esta forma de la enfermedad tiende a localizarse en las partes superiores del pulmón. (microbanco)
- Panacinar: El enfisema panacinar afecta principalmente a las zonas inferiores del pulmón.
- Paraseptal: Este tipo de enfermedad puede producirse cuando se dañan las vías respiratorias y los sacos de aire. También puede producirse como complicación de otros tipos de enfisema.
- Enfisema bulloso: El enfisema bulloso se desarrolla cuando una bolsa de aire ocupa espacio en el tórax e interrumpe el funcionamiento normal de los pulmones. También se conoce como síndrome del pulmón desvanecido.
Evolución, perspectivas y tratamiento de la EPOC:
Dejando de lado el enfisema en concreto, si le han diagnosticado o está en riesgo de desarrollar cualquier tipo de EPOC debe conocer cómo progresa normalmente y el pronóstico. No existe una respuesta definitiva en cuanto a la esperanza de vida de los pacientes con EPOC. Dicho esto, cuanto más avanza la enfermedad antes del diagnóstico y la aplicación del tratamiento, peores son los resultados. Por eso, en parte, es esencial intentar detectarla lo antes posible y actuar de inmediato si se diagnostica. El paso más importante que hay que dar si se le diagnostica o quiere prevenir cualquier forma de EPOC es dejar de fumar. Los fumadores tienen el mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, y los que no dejan de fumar una vez diagnosticados son los que más reducen su esperanza de vida. Aparte de dejar de fumar, mantener un peso saludable y aumentar la salud pulmonar y cardiovascular es esencial para reducir el riesgo de muerte.
Junto con los cambios de estilo de vida necesarios para mejorar las perspectivas de la EPOC, existe una amplia gama de medicamentos que se utilizan habitualmente para tratarla. A continuación se indican los tipos de fármacos que suelen utilizarse:
- Broncodilatadores: actúan relajando los músculos que rodean las vías respiratorias. Esto alivia la tos y la dificultad para respirar. Los hay de acción rápida y de larga duración. Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, puede ser necesario utilizar ambos tipos.
- Esteroides inhalados: los esteroides inhalados reducen la inflamación de las vías respiratorias y pueden facilitar la respiración. Se recetan con mayor frecuencia a los pacientes que suelen sufrir exacerbaciones a causa de la EPOC.
- Inhaladores combinados - Estos inhaladores combinan esteroides inhalados y broncodilatadores para los pacientes que necesitan ambos sin tener que manejar tres o cuatro inhaladores.
- Esteroides orales: los esteroides orales suelen utilizarse sólo a corto plazo durante los brotes de EPOC, ya que su uso prolongado puede provocar efectos secundarios graves.
- Inhibidores de la fosfodiesterasa 4: estos fármacos relajan las vías respiratorias y reducen la inflamación, facilitando la respiración de los pacientes.
- Teofilina- Una de las opciones de medicación más baratas, la teofilina puede prevenir el empeoramiento de los episodios de EPOC y puede ayudar a respirar más fácilmente.
- Antibióticos - Otras infecciones respiratorias pueden empeorar los síntomas de la EPOC. Tomando antibióticos se pueden prevenir e incluso pueden reducir la gravedad de los episodios de EPOC.
En algunos casos de EPOC grave (normalmente enfisema), la cirugía también puede ser una opción. Los tres tipos de cirugía que se suelen utilizar son la cirugía de reducción del volumen pulmonar, el trasplante de pulmón y la bullectomía. La bullectomía consiste en que los médicos eliminen los espacios de aire que se forman en los casos de enfisema bulloso. Las cirugías de reducción del volumen pulmonar eliminan las partes dañadas del pulmón, dejando capacidad extra en el pecho para que el tejido pulmonar sano se expanda. Sólo en los casos más graves puede ser necesario un trasplante de pulmón. Sin embargo, es una operación complicada que conlleva grandes riesgos y sólo se utiliza como último recurso.
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