Para aproximadamente el 90% de las personas con asma, el ejercicio puede ser un desencadenante para un ataque. El “asma inducido por el ejercicio” puede hacer que muchas personas se pongan nerviosas al hacer ejercicio. Sin embargo, con las precauciones adecuadas, la mayoría de las personas que viven con asma pueden hacer ejercicio sin problemas.
¿Qué es el asma inducida por el ejercicio?
Los síntomas del asma, como tos, sibilancias y dificultad para respirar, son causados por un estrechamiento de las vías respiratorias. Cuando esto es causado por el ejercicio, se lo conoce como asma inducida por el ejercicio.
El motivo por el que el ejercicio hace que las vías respiratorias se estrechen se debe a la respiración. La mayoría de las personas respiran por la boca cuando hacen ejercicio, lo que es perfectamente normal y permite inhalar mayor cantidad de oxígeno, pero el aire no se calienta de la misma manera que cuando se respira por la nariz.
El aire frío es seco e irrita las vías respiratorias, lo que puede causar inflamación reduciendo así el tamaño de las vías respiratorias. Se cree que esta es la misma razón por la que muchas personas sienten como sus síntomas del asma empeoran en invierno.
Se estima que alrededor del 90% de las personas que viven con asma notan como sus síntomas empeoran al realizar ejercicio físico.
Las personas que no tienen asma también pueden experimentar síntomas similares cuando hacen ejercicio, como consecuencia del estrechamiento de las vías respiratorias. En estos casos, se prefiere el término bronco-espasmo inducido por el ejercicio en lugar del término asma inducido por el ejercicio, ya que este último da la impresión errónea de que el ejercicio en realidad puede causar asma.
El bronco-espasmo inducido por el ejercicio es común entre los atletas de élite. Es particularmente frecuente entre los participantes de deportes de invierno, como el esquí nórdico, lo cual apoyaría la teoría de que el aire frío y seco es un factor de riesgo importante.
También prevalece en aquellos que compiten en deportes de interior, como la natación y los atletas de resistencia, lo que sugiere que otros factores ambientales también pueden estar involucrados.
Cómo hacer ejercicio de manera saludable con asma
Si bien el asma inducida por el ejercicio puede causarte ansiedad, es importante que sepas que mientras tu asma esté bien controlada, por lo general, puedes hacer ejercicio de manera segura. La mejor manera de asegurarse de esto es tomar tus medicamentos según lo prescrito.
Si no estás seguro de por dónde empezar o si te preocupa, debes hablar con tu médico sobre el estado de tu asma, los tipos de ejercicio que serían más adecuados para ti y así elaborar un plan para hacer ejercicio de manera segura.
Algunos pasos prácticos que puedes tomar:
- Siempre lleva tu inhalador azul para aliviar los síntomas en caso de que ocurran.
- Siempre lleva tu teléfono para poder comunicarte con alguien en caso de emergencia.
- Si haces ejercicio en condiciones de frío, envuelve una bufanda alrededor de tu boca y nariz, ya que puede ayudar a calentar el aire.
- Realiza ejercicios de interior cuando haga frío
- Realiza un buen calentamiento de al menos 10 minutos antes y después de hacer ejercicio.
- Evita posibles desencadenantes durante el ejercicio. Por ejemplo, cuando el nivel de polen es alto, o en ciertos entornos (como las piscinas, causado por el cloro en el agua)
- Mejora tu estado físico gradualmente para asegurar un ejercicio saludable, especialmente al comienzo.
- Ten un plan claro sobre qué hacer si se presentan los síntomas.
El ejercicio regular ofrece importantes beneficios para la salud e incluso puede ayudar a controlar su asma y reducir los síntomas.
Los beneficios del ejercicio en personas con asma
En general, el ejercicio puede:
- Bajar el ritmo cardíaco y reducir la presión arterial
- Ayudar a tu cuerpo a controlar los niveles de azúcar en la sangre
- Bajar tu colesterol
- Mejorar tu bienestar mental.
- Fortalecer tus huesos y músculos.
- Reducir el dolor
- Mejorar tu vida sexual
- Ayudarte a dormir mejor
- Disminuir el riesgo de una gran cantidad de afecciones, desde enfermedades del corazón hasta el Alzheimer.
En lo que respecta específicamente al asma, el ejercicio puede:
- Mejorar tu función pulmonar, evitando la falta de aliento.
- Fortalecer tus músculos respiratorios
- Ayudar a perder peso / ayudar a mantener un peso corporal saludable. Esto ayuda a reducir el riesgo de ataques de asma, que resultan ser más comunes en personas obesas y con sobrepeso.ç
- Mejorar tu sistema inmunológico, ayudándo a protegerse contra la tos, los resfriados o la gripe, que pueden desencadenar síntomas y ataques de asma.
- Reducir el estrés, que también se cree que es un desencadenante de los síntomas del asma
Cuando se realiza de manera segura y dentro de las capacidades de cada uno, los beneficios del ejercicio superan ampliamente los riesgos para la mayoría de las personas que viven con asma.
¿Buscando inspiración?
Algunos de los mejores atletas del mundo han superado el asma y el bronco-espasmo inducido por el ejercicio y han llegado a lo más alto, incluyendo:
Paula Radcliffe
Paula Radcliffe es la corredora de maratón femenina más rápida de todos los tiempos, con un tiempo de 2 horas y 15 minutos cuando ganó la maratón de Londres 2003. Tiene 3 victorias de
la maratón de Londres, junto con tres de la maratón de Nueva York y un título de la maratón de Chicago.
Radcliffe logró todo esto a pesar de vivir con asma y anemia desde la infancia.
Jerome Bettis
El corredor de Louis Rams y Pittsburgh Steelers, Jerome Bettis, fue diagnosticado con asma en su adolescencia. A pesar del miedo a que la condición limitara sus ambiciones deportivas, Bettis se convirtió en ganador de la Superbowl en 2005 y fue incluido en el Salón de la Fama del Fútbol Pro una década más tarde.
Jackie Joyner‑Kersee
Cuando a Jackie Joyner-Kersee le diagnosticaron asma mientras estaba en UCLA, se lo ocultó a sus entrenadores por temor a que la obligaran a dejar de correr. Para ella, el asma suponía que no podría hacer ejercicio. Sin embargo, una vez que lo tuvo bajo control, se convirtió en una de las mejores atletas de todos los tiempos, ganando medallas de oro en salto de longitud y heptatlón en los Juegos Olímpicos de 1988.
David Beckham
No fue hasta que David Beckham se mudó a LA Galaxy que se reveló que tenía asma, con la que ha vivido desde la infancia. No le impidió obtener títulos en Inglaterra, España, Estados Unidos y Francia, jugando para algunos de los equipos de fútbol más grandes del planeta.
Uno de sus ex compañeros de equipo en el Manchester United, Paul Scholes, también tiene asma.
Todos ellos nos demuestran que el asma, cuando se controla adecuadamente, no tiene porque interponerse entre tu salud y tus objetivos personales de ejercicio.
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