El primer caso registrado de VIH se produjo en 1959 en el Congo. Desde entonces, se ha avanzado mucho en la investigación de la enfermedad y se han puesto en marcha tratamientos eficaces. Desgraciadamente, todavía no hay cura. Es imposible proporcionar una estimación exacta de cuándo podría haber una cura, pero los equipos de todo el mundo están investigando curas y los progresos constantes realizados hasta ahora son un motivo de esperanza de que la cura no esté demasiado lejos. En el blog de hoy hablaremos de lo que hace exactamente el VIH, de los tratamientos disponibles en la actualidad y de lo cerca que podríamos estar de una cura.
Entender el VIH:
El VIH, o virus de la inmunodeficiencia humana, ataca el sistema inmunitario. Si el VIH no se trata, puede conducir al SIDA, que puede ser mortal. Actualmente, no hay cura, por lo que las personas con VIH lo tendrán durante toda su vida. Con un tratamiento adecuado, y si se detecta a tiempo, las personas pueden vivir una vida plena y larga con el VIH.
El VIH se asocia con mayor frecuencia a la transmisión sexual, pero también puede transmitirse al compartir material de inyección, como jeringuillas o agujas. En algunos casos, los niños también pueden recibir el VIH de sus madres antes de nacer. En general, lo más importante que hay que recordar sobre el VIH es que puede transmitirse a través de fluidos corporales como la sangre, por lo que compartir cualquier cosa que haya estado en contacto con la sangre de otra persona es una mala idea. También es importante practicar sexo de forma segura.
La única manera de saber si se tiene el VIH es mediante una prueba. Se recomienda que todas las personas de entre 13 y 64 años se hagan la prueba del VIH al menos una vez. Sin embargo, las personas de los grupos de mayor riesgo deben hacerse la prueba con más frecuencia. Algunos síntomas (a menudo parecidos a los de la gripe) pueden aparecer entre una y dos semanas después de la infección, pero también es totalmente posible estar infectado sin que aparezcan síntomas. Por eso es importante saber si se está en riesgo y estar al tanto de las pruebas periódicas.
Tratamientos actuales para el VIH:
El tipo de tratamiento contra el VIH que se administre variará en función de varios factores, como la antigüedad de la infección y su gravedad. Si ha estado expuesto al VIH en las últimas 72 horas, el medicamento de profilaxis postexposición (PEP) puede prevenir la infección. La PEP debe iniciarse en las primeras 72 horas y sólo se prescribe en situaciones de alto riesgo debido a los efectos secundarios adversos que puede provocar. (microbanco)
Si ya has dado positivo en la prueba del VIH, el tipo de tratamiento que se te administre dependerá de la cantidad de VIH que tengas en la sangre (determinada por una prueba de carga viral del VIH) y de la gravedad con la que el virus haya afectado ya a tu sistema inmunitario (determinada por un recuento de linfocitos CD4).
El VIH se trata con medicamentos antirretrovirales. Este tipo de fármacos actúa impidiendo que el virus se replique, dando al sistema inmunitario la oportunidad de repararse y de evitar cualquier daño adicional. Normalmente, el tratamiento implica una mezcla de medicamentos antirretrovirales, ya que el VIH es resistente y puede adaptarse rápidamente de otro modo. La mezcla exacta de medicamentos utilizada será única para cada individuo.
Una vez iniciado el tratamiento, se utilizará la prueba de carga viral del VIH para medir su eficacia. La mayoría de los pacientes pueden reducir su carga viral hasta un nivel indetectable en los 6 meses siguientes al inicio del tratamiento.
Cura del VIH:
Los investigadores creen que encontraremos una cura para el VIH, y la cantidad de conocimientos que ya tenemos sobre el virus es prometedora. Dicho esto, todavía no hay cura. Ha habido dos pacientes que se han curado del VIH en la historia, pero todavía no está del todo claro cómo o por qué pudieron curarse.
Es difícil decir si los pacientes con VIH pueden esperar ver una cura esterilizante en su vida (una que erradique el VIH), pero muchos científicos creen que estamos muy cerca de una cura funcional (una que reduzca el VIH a niveles inofensivos.) Existe el argumento de que la medicación antirretroviral ya es una cura funcional, pero la necesidad de un tratamiento constante hace que este sea un argumento potencialmente débil. Afortunadamente, empresas y grupos académicos están desarrollando y probando tratamientos que sólo tendrían que administrarse una o dos veces al año, lo que los convierte en una cura funcional. No está claro cuándo se completarán y aprobarán exactamente estos tratamientos, pero sin duda supondrán un cambio de juego para cualquier persona que viva con el VIH y tenga que hacer frente a los tratamientos diarios.
Aparte de la cura, también se han realizado más de 800 estudios sobre posibles vacunas contra el VIH. Incluso si una posible vacuna no es 100% efectiva, podría reducir en gran medida las tasas de infección. Esto representa un desarrollo extremadamente prometedor para un virus que ha demostrado ser mortal y que fue descubierto hace sólo 60 años.
Entonces, ¿existe una cura para el VIH? La respuesta corta es no. No hay cura, pero las buenas noticias superan a las malas. El VIH es una enfermedad que puede tratarse eficazmente, y los investigadores parecen estar bien encaminados hacia una cura funcional y una vacuna en algún momento del futuro.
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